Alquimia

Entre los materiales y los grandes temas

Por Julia Coronado, en conversación con Diego Cuesta

En el trabajo del artista Diego Cuesta, la transmutación, mezcla e interacción entre los elementos de la naturaleza y los campos electromagnéticos, permiten la materialización de obras que son fragmentos de historias sobre el reinicio de este post-mundo. Estos espacios huecos dan lugar a paisajes que son habitados por animales mágicos y cabezas de poder que marcan hitos en el territorio y se ubican en varios planos de la existencia, como el barro antiguo cuya dureza puede confundirse con huesos o aquello que materializamos pero puede desaparecer sin dejar rastro o registros que den cuenta de su historia.

Espacios huecos

Una vez despojado de la materia, el espacio da cabida a la posibilidad del vacío como extensión donde no hay materia ni cuerpos; aún así, el espacio como entidad abstracta o real es deformable ante la presencia de la materia. Cuando los elementos atraviesan los espacios vacíos suelen ocuparlos y atravesarlos con presencias como la vegetación, los hongos, la luz, la humedad que son señales de vida que dan sosiego al permitirnos orientarnos en el espacio y habitarlo. Los orificios como entradas, salidas o pasadizos que proveen sentido de orientación y una dirección por donde cambia la trayectoria y se crece.

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Cabezas de poder

La colección cabezas de poder es una serie infinita que devela personajes, seres, corazas, máscaras y caretas que han trascendido en el tiempo. El cráneo es el contenedor del cerebro, el soporte de la cara: la única coraza compacta del cuerpo donde la carne, va por dentro y los huesos por fuera. En la otra historia del Ecuador se le da mucha importancia a la cabeza: antiguas culturas utilizaron cabezas reducidas como trofeos o advertencias del peligro que representaban para sus enemigos, como también su representación era utilizada como juguete. Cuesta compara el cráneo con una suerte de cuenco o caldero donde transmuta la información para ‘materializar’ las ideas, por tanto un sitio donde reside la energía que llamamos espíritu. En varias culturas antiguas, las tumbas eran ocultadas para evitar saqueos y que restos como el cráneo, sean utilizados en ritos de poder. En ese sentido, el simbolismo de poseer la cabeza de un personaje representativo de las diversas esferas o manifestaciones del poder, da un especial valor a cada obra de esta colección.

Animales mágicos

A través del tiempo mi relación con los animales se ha visto marcada por momentos mágicos: apariciones inusitadas que interpreto como otro estadio de la realidad o encuentros semejantes al contacto entre materia y antimateria que las anula a ambas. Esto da lugar a piezas que intentan dar sentido o propósito o interpretación a lo ocurrido y a la energía de estos animales con los que me he encontrado (a mí mismo).

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Paisaje y territorio

Otros momentos del espacio, en que la mirada se detiene en el momento, en la búsqueda de un horizonte, un sitio, una ciudad o un pueblo, que conecte con los deseos y las necesidades de una vida que busca el equilibrio. En la ciudad como en el campo, en la mente como en la realidad, consideramos territorio aquel lugar al que pertenecemos y que a la vez nos pertenece, el que habitamos, el que nos ofrece paisajes y nos permite crearlos.

Sanación

A través del tiempo el hombre siempre ha buscado maneras de resolver sus dolencias físicas y espirituales o preservar la salud de la mente y el cuerpo. Aunque cada pieza que hago se ve atravesado por uno o varios de los ejes de mi trabajo, uno de los más persistentes ha sido la sanación, desde una mirada íntima e introspectiva, exploro los estadios del ser y lo manifiesto desde expresiones primarias o primitivas como ritos o acciones conscientes que realizo para procesar mis males. A medida que pasa el tiempo y mi arte va sanando mi incertidumbre, camino en la ruta del autofortalecimiento continuo.

Otras líneas de producción

De entre sus ejes de investigación desde el arte, los animales mágicos, Cuesta suele elegir alguno para crear proyectos que se ubican en los intereses cotidianos, comunitarios y humanísticos. El primero, fue los gatos debido a que incluso a través de los medios, este animal ha persistido como sujeto de adoración, contemplación y protección energética de los humanos, como un cuerpo simétrico que con su compañía ayuda a muchos con su sanación y autoregularización y puede conllevar alguntipo de agüero, evocando el equilibrio y la ligereza con que atraviesan los espacios, su rol en la prevención de plagas y sobretodo el agüero que puede conllevar su presencia. Ha hecho múltiples piezas por encargo, inspiradas en esa relación y el rol de este animal en la historia y además el proyecto El Gaterío, una exhibición para la que 13 artistas intervinieron pictóricamente réplicas de uno de sus gatos para una subasta en beneficio de la Fundación Rescate Animal y los artistas.