El artista Francisco Baquerizo Racines comisiona un barco pirata a Infinito Estudio Taller (2023).
Francisco Baquerizo Racines es un artista cuya ‘im-práctica’, en sus palabras “se sitúa en realidades específicas donde explora la dicotomía entre las esferas de “Centro” y ‘Periferia’ (para lo que) excava historias con el objetivo de cuestionar los roles de aquellos que ‘ven’ y aquellos que están siendo ‘vistos’, refiriéndose a territorios (anteriormente) colonizados en el Sur Global.” En esa línea es que él crea el proyecto La Quema (en el planeta "B", en alusión a la ausencia de otro planeta en el cual vivir luego de que la Tierra dejara de ser habitable para el ser humano, y el período de la conquista como la llegada a un ‘nuevo mundo’:
En este proyecto, propone comisionar a artesanos de años viejos en Guayaquil para crear un ‘año viejo’ en forma de un galeón inspirado en la réplica del ‘Amsterdam’ de la Compañía neerlandesa de las Indias Orientales (Vereenigde Oostindische Compagnie, o VOC), ubicado en el Museo Nacional Marítimo de Ámsterdam, el cual será quemado durante los festejos a propósito del Año Nuevo 2023/24.
Es en este contexto en que al artista le recomiendan trabajar con Infinito Estudio Taller, ya que aunque no es dirigido directamente por artesanos sino por los artistas visuales Joshua Jurado y Diego Cuesta, quienes proveyeron acompañamiento para el desarrollo y resolución del proyecto artístico y su servicios en la fabricación del objeto escultórico sobre el que se centra el proyecto. Además, el proyecto contó con otros productos tales como una pintura del barco quemándose hecha por un pintor de letreros tradicionales con las pinturas de usanza propios de su oficio, que fue enviada posteriormente a Holanda y la gestión de Infinito para realizar una procesión durante la que se transportó la pieza desde el taller hasta un punto específico en el Barrio del Astillero de la ciudad de Guayaquil.
Fue el primer trabajo de gestión cultural para la producción de una experiencia artística en vía pública realizado por Infinito. Anteriormente habían colaborado con Disconautas Tropicales en la producción de su presentación Ritual de Ruidos por Deshielos Tropicales, realizado en la Plaza Vital Alsar, en las afueras del MAAC, sin embargo en este proyecto aportaron además su experticia como makers (personas que hacen, fabrican y aprenden a través de lo que hace, sobre todo en ámbitos que implican colaboración, diversión y tecnología), desde el especial vínculo que los artistas que conforman Infinito tienen con la utilización de los elementos, el diseño y la dirección de arte, que en este caso se aplicó en esta reproducción que utiliza la estética vernácula de la arquitectura antigua de Guayaquil como referencia en la para la pieza y la tradición de la fabricación de años viejos, asumiendo a quienes las hacen como otros makers especializados en escultura de papel.
El desembarco del barco holandés Amsterdam en Guayaquil, implicó el primer incendio provocado por piratas europeos que asoló la ciudad. Al ser un hecho poco reconocido por la historia occidental, Baquerizo pretende que “La Quema (en el planeta "B") sea el inicio de una serie de acciones y expresiones artísticas que buscan explorar y compartir las “otras historias” fuera de la ‘historia oficial’.” ”En Ecuador, la tradición de quemar un muñeco de trapo que representa el año "moribundo" en Nochevieja es una práctica cultural propia del mestizaje. Esta tradición simboliza la limpieza, curación y buen augurio del año a por venir.”
Desde la mirada de Taller Infinito Estudio, el proyecto es de su interés porque contempla una serie de ritos propios del sector donde se ubica su taller. Es de conocimiento común que en las calles aledañas se fabrican y comercializan los monigotes con los que se realiza rituales de su quema, año a año en muchas partes del Ecuador; la quema de la réplica a escala del barco fue realizada cerca al final del año. Otro rito involucrado, es la antigua tradición de la procesión fúnebre para despedir a nuestros muertos de las que aún hay unos cuantos ecos en Guayaquil. Tanto para Baquerizo como para Infinito, esto también es resarcir de manera simbólica el daño histórico de la colonización en las culturas ancestrales de la costa.
Desde su investigación, Baquerizo anota que “en Ecuador, la tradición de quemar un muñeco de trapo que representa el año "moribundo" en Nochevieja es una práctica cultural propia del mestizaje. Esta tradición simboliza la limpieza, curación y buen augurio del año a por venir.” Para esta reseña Infinito Estudio Taller, agrega:
Podemos especular que el origen de la tradición de la quema de muñecos denominados Años viejos, a la hora que se termina el año, se corresponde con costumbres antiguas para sanar o exponer los trofeos, antes de ser transformados por el fuego. En el caso de los Años viejos en la ciudad de Guayaquil, nos gusta pensar que se sana la falta de recursos culturales y se exalta los deseos de un pueblo que demuestra cada vez mayor destreza con el material más burdo de la ciudad, que es el papel periódico, en combinación con otros materiales sobrantes de las construcciones como la madera, las cañas y los sacos de cemento. Los artesanos de Guayaquil han desarrollado gran habilidad y destreza en la técnica de la escultura en papel, una tradición que viene innovando desde hace casi 100 años.
La fabricación de los monigotes le toma meses a los artesanos quienes van acumulando sus esculturas de papel en las calles y aceras de barrios que circundan el astillero, donde se fabricaban y se reparaban barcas en las primeras décadas de la ciudad de Guayaquil. Este espectáculo que surge de entre las calles citadinas conforman una plataforma de crítica social, un escenario callejero donde se exponen ideas sobre la situación actual y sus personajes y los gustos populares contemporáneos: ya sean de la televisión o de la política, todos compiten al mismo nivel.
Unos los hacen; otros los compran, pero todos deciden y eligen que quieren quemar antes de empezar el nuevo año. Es así como esta acción, desde estos medios y recursos sociales se arroga las funciones de alimentar la unión, aclarar la identidad y reafirmar la cultura, desmarcándose de prácticas hegemónicas para la conservación de la memoria y la tradición.
Este objeto escultórico a escala, fue en sí mismo fue un recurso para construir una narrativa cinematográfica y fue comisionado a Infinito Estudio Taller para ser llevado en procesión hacia la locación escogida (cerca del puerto), y quemarlo con la finalidad de que registro en video se edite en la forma de “un documental corto de alrededor de 15 minutos que se exhibirá, entre otras muestras, en la exposición colectiva “Prospects” curada por el Mondriaan Fund durante la Feria Internacional Art Rotterdam, donde se espera la asistencia de alrededor de 22,000 espectadores.” Para Infinito de algún modo esto exalta el primer encuentro entre Holanda y Ecuador y sus connotaciones.
Cabe finalizar, citando una vez más al autor del proyecto: “En resumen, a pesar de la fantasía colonial de un planeta "B", este proyecto busca explorar la noción de globalidad, confrontar la historia extractivista y encontrar alivio en nuestras luchas a través de la reflexión y la acción en el campo de las artes.”
Fotos, cortesía de Diario Expreso
Por Julia Coronado en conversación con Joshua Jurado y Diego Cuesta / Información sobre el documental corto La Quema (en el planeta B), fue tomada del Brochure Corto facilitado a Infinito por su autor, Francisco Baquerizo Racines.
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